EL GRAN VALOR DE DAR, AYUDAR Y APORTAR AL PRÓJIMO
POR JOEL HERASME MELO
El verdadero valor de dar, ayudar y aportar se manifiesta especialmente en tiempos de adversidad.
A pesar de las dificultades que podamos enfrentar, siempre hay algo que podemos ofrecer a los demás.
Al extender una mano amiga, no solo brindamos apoyo a quienes lo necesitan, sino que también encontramos fortaleza y propósito en nuestras propias vidas.
Estos actos de generosidad nos recuerdan que somos parte de una comunidad y que, juntos, podemos superar cualquier obstáculo.
En las situaciones más difíciles, la solidaridad y el compromiso de ayudar se convierten en faros de esperanza y resiliencia.
Siempre debemos mantener la actitud y disposición de dar, de aportar y de ayudar, independientemente de nuestras condiciones socioeconómicas. La verdadera generosidad no depende de los recursos materiales, sino de la voluntad de hacer una diferencia en la vida de los demás.
Cuando contribuimos con nuestro tiempo, conocimiento o simplemente con una palabra amable, estamos construyendo una comunidad más solidaria y equitativa.
El acto de ayudar enriquece tanto al que da como al que recibe, creando lazos de empatía y comprensión que trascienden cualquier barrera social o económica.
La Biblia nos enseña la importancia de dar, ayudar y aportar al prójimo en numerosas ocasiones. En Hechos 20:35, se nos recuerda: "En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir." Este pasaje destaca la bendición y la satisfacción que provienen de la generosidad.
Asimismo, en Gálatas 6:2, se nos exhorta: "Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo." Este versículo nos anima a apoyar a quienes nos rodean, aliviando sus cargas y mostrando el amor de Cristo a través de nuestras acciones.
Finalmente, en Mateo 25:40, Jesús nos dice: "De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis." Aquí, Jesús subraya que cada acto de bondad y ayuda hacia los demás es un acto de amor hacia Él.
Estos versículos bíblicos nos inspiran a vivir una vida de servicio y generosidad, reflejando el amor de Dios a través de nuestras acciones hacia el prójimo.
En esta parte específicamente del versículo de la Biblia en Hechos 20:35: "más bienaventurado es dar que recibir", es en este principio quese destaca la alegría y la bendición que provienen de ser generosos con los demás.
Dar no solo satisface las necesidades de quienes reciben, sino que también nos acerca a Dios, reflejando su amor y compasión.
A través de la generosidad, construimos una comunidad, iglesia, familia, entorno y vida más fuerte y solidaria, cumpliendo con el llamado de Jesús a amar y servir a nuestro prójimo.
NUESTRO MENSAJE Y PALABRAS DE EXHORTACIÓN
POR JOEL HERASME MELO
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