¡Ay de ti, ay de mí¡
ángeles ciegos
(POEMA)
Joel Herasme Melo
Ángeles ciegos nos llevan de las manos,
en la penumbra de los días y los años,
Ay de ti, ay de mí, en esta lucha sin piedad, donde la vida y el amor nos desafían sin cesar.
en la penumbra de los días y los años,
Ay de ti, ay de mí, en esta lucha sin piedad, donde la vida y el amor nos desafían sin cesar.
Nos aferramos a la luz que nos guía,
en medio de la oscuridad que nos desafía,
con lágrimas y risas, con sueños y dolores,
navegamos por mares de incertidumbres y temores.
¡Ay de ti, ay de mí!, en este vaivén de emociones,
donde el amor y la vida nos enseñan lecciones.
Los ángeles ciegos nos susurran al oído,
palabras de aliento en el frío del olvido,
pelean las batallas junto a nosotros sin descanso,
mientras enfrentamos cada desafío con esperanza en el remanso.
¡Ay de ti, ay de mí¡, en esta danza sin final, donde el destino y el deseo nos llevan hacia el umbral.
En el vaivén de la vida, entre luces y sombras, nuestros ángeles ciegos nos sostienen en sus obras. Pelean las batallas, mientras nosotros caminamos, en busca del amor, en este mundo que soñamos.
¡Ay de ti, ay de mí¡, en esta lucha sin piedad, donde la vida y el amor nos desafían sin cesar.
Comentarios
Publicar un comentario