¿Es el Batey, mi Batey?





¿Es el Batey, mi Batey?
Lic. Iván De La Cruz

Por Iván De la Cruz

Todo aquel que nació o se crio en el Batey Central del Ingenio Barahona, y que causas diversas tuvo que abandonar el terruño nativo, por sus venas corren las eternas añoranzas del eterno deseo de regresar al lar nativo…

Escuchando las notas del tema del Grupo Niche “Mi Pueblo Natal”, mi mente vuela, y me transporta al Batey Central:

"A lo lejos se ve

mi pueblo natal

no veo la santa hora

de estar allá…

Se vienen a mi mente

bellos recuerdos

infancia alegre

que yo nunca olvidare

tierra mía

pueblito donde nací…

Ya vamos llegando

me estoy acercando

no puedo evitar

que los ojos se me agüen…"

Enorme nostalgia, imágenes y personajes remontan… El presente se transforma en pasado… Alegrías, penas, sonrisas, lágrimas, confusiones, y se pregunta mi mente un tanto confusa: “Es el Batey, mi Batey?”...

La Ruta a mi Batey que mi mente recuerda… Sencilla y sin perdedera, solo hay que seguir la Vía Férrea que bordea el litoral playero, e ir maravillado por la hermosura de los árboles de framboyán en flor…

Iniciamos el recorrido en el cruce frente al edificio de la Antigua UASD, el muelle y la vieja Aduana, esquina limítrofe que me indicaba el camino a seguir… Par de pasos adelante, en la próxima esquina la calle que sube al Mercado, caminamos un chin más y encontramos lo que antes era “La Casita Blanca”, al frente lo que una vez fue “El Cementerio de los Americanos”, par de metros más adelante “Alas del Caribe”, cruzando el callejón que cortaba el monte está “El Laurel Gigante”, dando siete (7) canillazos adelante “La Subida asfaltada a la Casa del Administrador”, y cruzando esa vía, el símbolo emblemático Bateyero “La Máquina” / La “Changui-Changui”… He Llegado a mi Batey.

Seguimos avanzando, llegamos al cruce donde divisamos a la izquierda “El Country Club”, y las Oficinas del Central Barahona, y a la derecha vemos la casita del “Viejo Correo”, y la “Casita” de los Celadores… Si cruzamos la malla ciclónica, a la derecha está el camino al Ingenio, y a la izquierda los tanques de combustible de la planta eléctrica, el Muelle, y el camino al Cayo…

De frente y derecho, a mano derecha nos deleita la arboleda de Robles, Caobas, y Framboyanes, metros después está la bajada de la 5ta Avenida, la Casita del Pago, a su frente la Vieja Panadería, luego la bajada de la 6ta Avenida, cruzando vemos la Escuela Anaima Tejeda, a su frente los Almacenes, el Puente que nos lleva al interior del Central Barahona (El Ingenio), la bajada de la 7ma Avenida, el local del Antiguo “Danubio Azul”…. Y seguimos.

Si en lugar de avanzar de frente y derecho decidimos subir a mano izquierda, entonces pasamos justo en medio del Parquecito y los mencionados Country Club, y las Oficinas del Ingenio, hasta llegar al cruce que nos lleva a la Zona de las vivienda de los “Jefes” del Ingenio (si doblamos a mano izquierda), la subidita que nos conduce al Barrio Juan Pablo Duarte… Y allí, a donde los pies nos llevaran…

Desde la “Máquina” nos podíamos desplazar a los confines del Batey, el cual estaba conformado por: El Ingenio, El Muelle, la Playa el Cayo, Playa Acapulco (Detrás del Ingenio), La Casa de los Jefes, la gran explanada con árboles salteados de caoba (en medio la Casa de Romeo, y las matas de Jina en la calle 1ra), El Play de “Macho Kelly”, el Barrio Juan Pablo Duarte, la 5ta, 6ta, 7ma, 8va, y 9na Avenidas, El Play de Softball, el área donde estaba el Colmado “El Gallo”, el Colegio de Socorro, y el Club Juan Pablo Duarte, Los Blocks, La Salina, Jarro Sucio (Nuevo Amparo), el Hospital Jaime Sánchez, la zona del Hospital Viejo (construido por los Americanos), el Play Viejo (nunca concluido), los Montes de “Ventura” y de “Chito”, los Montes de “La Base”… Más luego en la ocasión de celebrarse los V Juegos Deportivos Nacionales Barahona 19981, llegaron los Barrios de la Villa (en la Calle 9, y por los frentes del Hospital J. M.), y el Complejo Deportivo de la Villa Olímpica, completándose de esa forma el territorio del Batey Central que yo conocí hasta Abril del 1986…

“Es el Batey, mi Batey?”...

Treinta y un (31) años después tengo que admitir tristemente que solo conozco al Batey por fotos en las redes sociales, y que si intento caminar por ciertos sitios, seguro me pierdo… Es triste decirlo, pero ya no conozco mi Batey…

Escucho historias y cuentos, quejas a granel, y me remonto al pasado volviendo a pensar si ese es mi Batey, y concluyo en que no lo es… Que mi Batey ya no es el Batey en el cual crecí, donde todos éramos una sola Familia Inmensa, y que caminar de un extremo al otro era algo normal, y lo hacíamos sin correr ningún tipo de peligros… De igual manera ir a comprar pescado desde el Barrio Juan Pablo Duarte a la Playa en la Salina era algo rutinario, y en la ruta todos se saludaban con agrado, entre abrazos y sonrisas fraternales…

El Batey de Osamí, de Malo Diente, de Cologüi, de Felipa-Catarey-, de Fuche Martínez, de Picho Padilla, de Toribio, de Suna, de Chichí López, de Albot y Namón James, de Ducasse, de Cocolo Ross, de Dorito, de Quintín, de Carlos María Cornielle, de Marañón, de Macho Grúa, de Garí, de Kakén, de Olga (Barrita), de Anulfo Ortíz, de Julio Carrasco, de Pepa, de Quiterio, de Chito Feliz, de Garrido, de Macana, de Lulín Martínez, de Biembo Potter, de Pupín, de Chochinito, de Diloné y la India, de Grecia Batista, de Joyita Nin, de Fernando Román, de Lalao Espinosa, de Catulia, de Josecito Robert, de Manolo Cucusa, de Lerida, de Diógenes, de Juan Gerónimo, de Sopito (El Caballo), de Dr. Macho Kelly, de la Prof. Lín, de la Prof. Epifania, de Rubén Osorio, y de tantos hombres y mujeres a lo largo y ancho del Batey de antaño...

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