Hablemos con
franqueza:
Es cierto que es de rigor en tiempos como estos la comunicación convincente, siempre lo hemos oído, sin embargo, lo que sí es pertinente saber es que la franqueza, honestidad, sinceridad y carácter de lo dicho muchas veces no son bien recibidas, pues como dice mi pastor "es necesario decir lo que se debe decir y no decir lo que otros quieren oír por el hecho de complacer", una forma de hacer gracia para ser aceptados o "validados" por personas o grupos.
Con el
tiempo aprendemos a madurar el carácter y las ideas dejando claro por
convicción clara que nuestra propia valoración de conciencia, alma y espíritu
es la que nos dice ciertamente si estamos en un "error o no",
entendiendo que no siempre lo que pensamos y decimos es la "VERDAD
ABSOLUTA", jamás!!, pues caemos en banalidades, falta de humildad y
sensatez.
Así que, estimados amigos lectores, si hemos sentido que hemos sido "rechazados" o dejados a un lado por personas o grupos por 'diferencias conceptuales' o por entender que no es el trato correcto que se evidencia, eso no es razón para sentirse "mal"; por tal razón procuremos siempre ser FRANCOS, HONESTOS Y DIRECTOS al presentar tus opiniones, actitudes y acciones ante los demás.
No tratar de agradar en contra de nuestra conciencia y espíritu.
Al final la conciencia es quien nos habla.
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