Ilusiones Necesarias. Control del Pensamiento en las sociedades Democráticas-Segunda parte: Ensayo crítico

Publicado el 23 enero 2014

‘Ilusiones Necesarias. Control del Pensamiento en las sociedades Democráticas’.

Segunda parte: Ensayo crítico al pensamiento de Noam Chomsky.

De los medios y protagonistas bajo el control del Partido-Estado-Gobierno.

Por Joel Herasme Melo.-

De distintas maneras en los medios de comunicación se crea un a disposición deliberada y a veces ‘inconsciente’ de dividir a los protagonistas o participantes en los sucesos, hechos o fenómenos sociales en ‘‘malos’’ y ‘‘buenos’’. En cada uno de estos grupos se incluyen de acuerdo a los múltiples factores: ideológicos, mediación, e intereses de todo tipo, hasta sentimientos de toda índole.

En el caso de los ‘‘intereses’’ del periodista o medio para el que presta sus servicios queda casi siempre presente por la imposición o apego al poder del Partido-Estado-Gobierno, poder del económico y político que prevalece.

Se asume que dentro de la ‘democratización’ de los medios de comunicación podrían enmascarar unos esfuerzos muy mal recibidos para limitar la independencia intelectual (Chomsky, pág. 25).

Bajo el sistema histórico predominante en nuestras sociedades existe un principio básico que implica que la democracia se logra, entre otras cosas, cuando los militares, intelectuales y profesionales (en este caso que nos amerita: los periodistas) se les confía para que cumplan ‘órdenes’ y sirvan de intereses al poder.

El caso de los medios de comunicación al servicio del Partido-Estado-Gobierno la participación democrática -si la hay- es según como funcione el sistema político y su engranaje.

Tanto en Estados Unidos como en otras naciones donde una enorme cantidad de medios confluyen y la tecnología abre el campo de interacción, ejerciendo o presionando sobre las empresas o grupos de creadores o dueños de los ‘medios’ de comunicación e información: radio, televisión, prensa, digitales, internet, redes sociales, culturales, cine, propaganda, y de todo tipo existentes.

Algunos estudiosos concluyen que hay un notable crecimiento en los contenidos de los medios de comunicación relacionados con la publicidad o anunciantes, percibido por todos los que ‘socializan’ con estos medios cada día. El control del pensamiento responde a una parte del sistema del proyecto de gestión global para darle al sistema una apariencia defensiva (pág. 38).

Se habla de un Orden Mundial establecido y dentro de las maneras o armas para defender o justificar ese ‘orden’ están los medios de comunicación –que controlan- como Guardianes y defensores, parte vital de su permanencia y continuidad.

Por eso cada vez que un modelo social alternativo germina o crece en naciones como las de Latinoamérica, constituyen para el sistema actual dominante una forma ‘‘intolerante’’ de intervención en asuntos ‘‘ajenos’’ por su convicción de equidad y justicia social, distinta de la imperante.

El modelo de propaganda desarrollado a través de los años en países como Estados Unidos por medio del cual se establecen los parámetros para el control del pensamiento, según Chomsky, y con ellos las acciones que pudiesen tomar las sociedades, que las mismas sean establecidas para favorecer al sistema de control establecido.

Las naciones hegemónicas tanto europeas como de occidente justifican los medios de su llamada ‘‘autodefensa’’ desde armamentísticos, invasiones, guerras, controles o imposiciones económicos, golpes de estados, entre otras. Presentándose como defensores y no como agresores.

Establece Noam Chomsky en su libro ‘Ilusiones Necesarias. Control del Pensamiento en las Sociedades Democráticas’ de forma detallada las formas y acciones llevada a cabo por Estados Unidos en distintos países latinoamericanos, destacando el caso de Nicaragua de los 80’s, y como esbirros a base de terror impusieron su poder con el consentimiento de los gobiernos estadounidenses de entonces; miles y desapariciones de periodistas contados entre los miles de ese y otros pueblos centroamericanos, llegando a destruir por completos diarios importantes y tradicionales que no correspondieron a los intereses de la nación norteamericana.

Los grandes medios internacionales de la época no se hicieron eco de forma llamativa por los controles dispuestos por las agencias multinacionales de noticias que históricamente controlaban el ‘mercado’ de la información mundial, en una época más cerrada respeto a las tecnologías de aquella época, distintas a las de hoy en día.