Ética
profesional del periodista.
Opinión.-
Por Joel -Quiterio- Herasme Melo.-
Dando el verdadero significado y contexto al que corresponden cada una de las acepciones sobre moral y ética: las diferencias y relaciones entre ambas, me tomo este espacio para reflexionar u opinar basada en la forma en que se ejerce el periodismo y utilizan los medios informativos de masa, en muchos casos, sobre la ética desde el punto de vista del ejercicio del periodismo; lo que percibimos, vemos, concurrentemente en los medios de
comunicación social tanto de la provincia como del país; y aún más en los
medios y agencias internacionales.
A diarios vemos como los medios informativos
y periodistas que trabajan para ellos omiten informaciones que dentro de los
distintos fenómenos sociales de interés a la sociedad muchas veces lo hacen de
manera deliberada; buscando con ello no tocar ciertas situaciones que van en
contra de ciertos interés muy relacionados a poderes fácticos de los cuales la
gran mayoría de estos conocidos como ‘tradicionales’ no importa la forma en que
se realizan: digitales, impresos, televisivos, radiales, otras maneras que la tecnología pone a
disposición de las personas.
De otra manera omiten datos cuando solo dan
detalles obviando otros para desvirtuar o desnaturalizar el real sentido del
hecho; dando entre otras cosas pocos detalles que son parte del mismo y que no
se transmiten o conocen con anterioridad,
de esa manera no se conocen antecedentes, una sencilla forma de ocultar
las intenciones de los protagonistas de las noticias o de quienes empujan desde
otros intereses.
Pienso que esto es una profesión con honra y
honor, dejando de lados pasiones y sentimientos humanos que hagan de lado la
verdadera esencia de esta digna herramienta en favor y beneficio de las mejores
causas de la sociedad. Se debe respetar la integridad de la información, tratar
siempre de ser independiente de todos los sectores o poderes que ‘rodean’ la
vida social.
Muchas veces vemos en los mass media del país
como se ve una crisis ética de quienes ejercen la profesión, de quienes también
hacen opinión pública, ‘‘defendiendo’’ lo indefendible; buscando ponerse
abiertamente del lado, ‘a las órdenes’ de quienes ostentan el poder, sea este
político económico, social, mediático, entre otros.
En la medida que tengamos una prensa más
ética, profesionales decididos hacerle frente a las desmedidas fuentes de
poder, a sus propias inclinaciones personales de rendirse y dañar su propia reputación,
por ello de pensar que el poder o dinero puede borrar las deshonrosas
actuaciones y acciones en el tiempo, quedan completamente equivocados quienes
piensen de esa manera incorrecta.
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