Las 10
principales estrategias de manipulación mediática según Noam Chomsky
Noam Chomsky |
Chomsky es señalado por el New York Times como "el más importante de los pensadores contemporáneos’’.
El lingüista estadounidense Noam
Chomsky enumera diez recursos utilizados por los medios para manipular la
opinión pública a favor de diversas agendas corporativas o gubernamentales,
así como el sistema económico imperante: Globalización; herramienta de la hegemonía
del poder de los más ‘‘poderosos’’ en contra de la igualdad y respeto por un
mundo en equilibrio.
Una de las figuras más
destacadas de la linguista del siglo XX, gracias a sus
trabajos en teoría lingüística y ciencia cognitiva. Es, asimismo, reconocido por su activismo político,
caracterizado por una fuerte crítica del capitalismo contemporáneo y de la política exterior de los Estados
Unidos. Se ha definido políticamente a sí mismo como un anarquista o socialista libertario
.
Chomsky es uno de los
detractores de la globalización, y esto se debe a su forma de entender la
hegemonía del capitalismo moderno. Para Chomsky, Estados Unidos no cree en el
libre comercio sino que lo utiliza como un método mediante el que los países
más fuertes imponen a los países pobres la obligación de cumplir con unas
normas coercitivas y rígidas (la ley del embudo). El objetivo básico de la globalización
económica es globalizar toda la economía mundial, y Estados Unidos controlaría
la economía mundial con el apoyo de los organismos satélites (Fondo Monetario,
Banco Mundial, Organización Mundial del Comercio). El argumento habitual a
favor del libre comercio liberalizado es que éste conducirá a un aumento
generalizado de los niveles de vida. La experiencia ha demostrado que, con la
apertura de los mercados comerciales y financieros, los inversores y
empresarios han ganado mucho más dinero, pero gran parte de los países más
pobres han sido las víctimas de un descenso pronunciado de sus niveles de vida.
Estas son Las
10 estrategias bien expuestas por Noam Chomsky:
1- La estrategia de la
distracción.
El elemento primordial del control social es la estrategia de la
distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas
importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas,
mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de
informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente
indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos
esenciales en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la
neurobiología y la cibernética. “Mantener la atención del público distraída,
lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia
real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para
pensar; de vuelta a la granja con los otros animales.
2- Crear problemas, después
ofrecer soluciones.
Este
método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema,
una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de
que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo:
dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana o planear y
ejecutar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de
leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear
una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de
los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3- La estrategia de la gradualidad.
Para
hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a
cuentagotas, por años consecutivos. De esa manera condiciones socioeconómicas
radicalmente nuevas (como el neoliberalismo) fueron impuestas durante las
décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad,
desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos
cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una
sola vez.
4- La estrategia de diferir
Otra
manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como
“dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para
una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un
sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado
inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a
esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido
podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea
del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5- Dirigirse al público como
criaturas de poca edad.
La
mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos,
personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la
debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un
deficiente mental. Cuanto más se pretenda engañar al espectador, más se tiende
a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona
como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la
sugestionabilidad, tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción
también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o
menos de edad.
6- Utilizar el aspecto emocional mucho más que
la reflexión.
Hacer
uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito
en el análisis racional y por ende al sentido crítico de los individuos. Por
otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de
acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y
temores, compulsiones o inducir comportamientos.
7- Mantener al público en la
ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y
los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la
educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y
mediocre posible, de forma que el nivel de la ignorancia que planea entre las
clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible
de alcanzar para las clases inferiores” (ver Armas silenciosas para guerras
tranquilas).
8- Estimular al público a ser
complaciente con la mediocridad.
Promover
en el público la idea de que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e
inculto.
9- Reforzar la autoculpabilidad.
Hacer
creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por
causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades o de sus
esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo
se autoinvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos
efectos es la inhibición de su acción. ¡Y, sin acción, no hay revolución!.
10- Conocer a los individuos
mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En
el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han
generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos
poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la
neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un
conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como
psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de
lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos,
el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor
que el que los individuos tienen y ejercen sobre sí mismos.
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