CURSO-UASD,
supremacía de grupos y desorden.
El Centro Universitario Regional del Suroeste
(CURSO) de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD, luce desde hace algo
más de una semana totalmente desolado, en descuido, arropada en gran parte de
sus edificaciones por la suciedad.
Este escalofriante cuadro de abandono se observa luego del paro de docencias indefinido hecho por el gremio de profesores de la academia de altos estudios, el cual afortunadamente fue levantado la tarde de ayer viernes.
Los empleados ‘aprovecharon’ el paro para no trabajar en la limpieza y cuidado, al entender que en situaciones como esa no hay quien les reclame o alguien –estudiantes y profesores- a quien puedan darle a percibir o mostrar que realmente ‘trabajan’ por la institución que los contrata.
En el caso de la UASD, y en especial el Recinto Barahona, la palabra autonomía se toma de tal manera que no hay espacio para el orden, la organización, el respeto a los órganos institucionales que rigen la entidad.
Tanto los gremios de profesores, empleados y grupos estudiantiles, lejos de contribuir al desarrollo de la Institución, gravitan negativamente en la institución, cada uno defendiendo lo suyo como parte de sus políticas en busca de supremacía y poder.
Subsisten decenas –al menos en la UASD-Barahona- buscadores de mil maneras de sobrevivencia en esa burocracia mordaz que cada vez más devora millones del dinero público, con una desorientación que en gran parte paga el abultamiento de la nómina y cada vez menos a favor de las acciones y obras tanto estructurales como académicas de la institución de estudios superiores.
Lo otro es las ya inminentes y muy visibles anomalías estructurales de la llamada ‘Ciudad Universitaria’, desde las simples terminaciones de la obra, pasando por los baños, las asfixiantes aulas inadecuadas para impartir docencia, la caída del pre techo (cielo raso) de la entrada a las oficinas administrativas, las filtraciones de casi toda la edificación: biblioteca, salones, auditorio, etc.; el zinc despegado del Salón Multiusos, el deterioro de los murales que al parecer por el poco tiempo de su realización y el desgaste que presentan fueron hechas de materiales de mala calidad como toda la edificación.
Como si fuera poco, según afirman algunas personas ligadas a la UASD-Barahona es el centro más costoso de todos los construidos por el anterior gobierno y el de peores condiciones en todos los sentidos, con una sobrevaluación que algún día tendrá que ser objeto de investigaciones judiciales.
El CURSO-UASD Barahona está en la obligación de tomar el rumbo de la eficiencia y el crecimiento institucional, en cuyo propósito tienen que involucrarse quienes dicen representarlo y defenderlo, pero que en la práctica muestran un comportamiento abismalmente contrario.
Este escalofriante cuadro de abandono se observa luego del paro de docencias indefinido hecho por el gremio de profesores de la academia de altos estudios, el cual afortunadamente fue levantado la tarde de ayer viernes.
Los empleados ‘aprovecharon’ el paro para no trabajar en la limpieza y cuidado, al entender que en situaciones como esa no hay quien les reclame o alguien –estudiantes y profesores- a quien puedan darle a percibir o mostrar que realmente ‘trabajan’ por la institución que los contrata.
En el caso de la UASD, y en especial el Recinto Barahona, la palabra autonomía se toma de tal manera que no hay espacio para el orden, la organización, el respeto a los órganos institucionales que rigen la entidad.
Tanto los gremios de profesores, empleados y grupos estudiantiles, lejos de contribuir al desarrollo de la Institución, gravitan negativamente en la institución, cada uno defendiendo lo suyo como parte de sus políticas en busca de supremacía y poder.
Subsisten decenas –al menos en la UASD-Barahona- buscadores de mil maneras de sobrevivencia en esa burocracia mordaz que cada vez más devora millones del dinero público, con una desorientación que en gran parte paga el abultamiento de la nómina y cada vez menos a favor de las acciones y obras tanto estructurales como académicas de la institución de estudios superiores.
Lo otro es las ya inminentes y muy visibles anomalías estructurales de la llamada ‘Ciudad Universitaria’, desde las simples terminaciones de la obra, pasando por los baños, las asfixiantes aulas inadecuadas para impartir docencia, la caída del pre techo (cielo raso) de la entrada a las oficinas administrativas, las filtraciones de casi toda la edificación: biblioteca, salones, auditorio, etc.; el zinc despegado del Salón Multiusos, el deterioro de los murales que al parecer por el poco tiempo de su realización y el desgaste que presentan fueron hechas de materiales de mala calidad como toda la edificación.
Como si fuera poco, según afirman algunas personas ligadas a la UASD-Barahona es el centro más costoso de todos los construidos por el anterior gobierno y el de peores condiciones en todos los sentidos, con una sobrevaluación que algún día tendrá que ser objeto de investigaciones judiciales.
El CURSO-UASD Barahona está en la obligación de tomar el rumbo de la eficiencia y el crecimiento institucional, en cuyo propósito tienen que involucrarse quienes dicen representarlo y defenderlo, pero que en la práctica muestran un comportamiento abismalmente contrario.
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